No pretendo explicar lo que pasa en Cuba. ¿Cómo podría hacerlo? ¿desde dónde?, ¿quién realmente cuenta lo que esta sucediendo?
¿Podemos osadamente explicarnos o respondernos esta pregunta por lo que nos llega a través de la televisión que es la caja de las mentiras sea el canal que sea: sea telesur o CNN?. ¿Hay alguien que vaya hable con la gente y sea capaz de transmitirlo?
Da mas miedo la certeza de que no podemos acceder a los hechos en Cuba, que lo que esta pasando allí. Es tan o mas trágico saber que no lo podemos saber por las industrias de la mentira de uno y otro lado que nos dejan sin fragmento alguno de verdad tal cual sucedió en Bolivia en octubre y noviembre del 2019. Cada quien contaba el pedazo que le convenía de la manera que le convenía sometiendo a toda la población a un proceso de manipulación del miedo. Ambos bandos hicieron lo mismo, de la misma manera: mentir.
Para saber lo que esta pasando en Cuba iría a la tumba de Fidel a exigir explicaciones, a exigir verdades hasta hacer despertar al muerto no para resucitar al héroe sino para no dejar descansar al infame. Para preguntarle sin esperar respuesta: ¿por qué se quedó en el poder, al costo que fuera, dejando todo pendiente y pasándole el mando a su hermano como si de una monarquía se tratara?.
Para saber lo que esta pasando en cuba iría a la tumba de Celia Cruz a abrazar esa tumba como quien abraza ese cuerpo gigante vestido de bandera cantándole a la vida como nadie.
Para saber lo que esta pasando en cuba leería una vez mas en voz alta y llorando la crónica del Sidario Cubano escrita por Lemebel a su regreso de la Habana.
Me siento frente a Cuba como en una celda donde nos tenemos que abrazar a las paredes para poder escuchar la respiración de quien esta del otro lado. Escuchar sus susurros, y que nos cuenten bajito sus verdades.
Ninguna palabra oficial vale.
No les creo nada.
No deseo ya ni escucharles y no solo me mienten, nos mienten, sino que además nos insultan por no creerles; unos nos insultan de hacerle el juego a los imperialistas, otr@s nos insultan de hacerle el juego a la izquierda dictatorial cubana.
La presión para que nos sumemos a uno u otro discurso es repugnante.
No ando buscando a quien creerle, no ando buscando rebaño al que sumarme. Me duele cuba, lo mismo que me duele Colombia, Nicaragua o Venezuela de la misma y de diferente forma a la vez.
Estamos asistiendo a un sismo general donde todos los héroes caen de sus caballos, de sus púlpitos y de sus columnas de mentiras. El sacudón de indignación y protesta recorre todo el continente y desestabiliza los monumentos que ya rajados y vetustos se derrumban a nuestro paso.
No se lo que esta pasando en Cuba, pero abrazada a ese muro húmedo a través del cual me comunico a susurros con el otro lado quiero decirles desde este lado de la democracia basura antirepresentativa, mafiosa, colonial y patriarcal que no es elecciones libres y partidos de derecha y
soluciones del fondo monetario internacional lo que le falta a cuba; se los puedo asegurar. Y les pido que no se equivoquen. No es un Starbucks y Coca Cola lo que le hace falta a Cuba.
A Cuba le hace falta la revolución en la que el Che aprenda a masturbarse, deje los fusiles, se encargue de sus wawas y aprenda a cocinar.
A cuba le hace falta la revolución en la que se deje de fomentar a Ortega, a Maduro a Evo, a las Farc y que todos esos impostores no usen Cuba para limpiar las mugres de sus gobiernos plagados de injusticias y mentiras.
A Cuba le falta la revolución de las libertades sexuales completas y no que la hija del dictador introduzca reformas condescendientes, le hace falta el marica de Reinaldo Arenas y su puñado de verdades frescas y le hace falta la mariconada entera.
A Cuba le sobran los fantasmas y le sobran los miembros del partido.
A Cuba le hace falta sinceramiento como le hace falta a toda la región.
El régimen cubano no tiene ni una sola respuesta, el régimen colombiano tampoco, tampoco el régimen nicaragüense, el boliviano o el ecuatoriano.
Los estados nacionales no pueden responder ya a la sed continental.
A la sed que quiere inventar una nueva justicia, una nueva educación, una nueva salud, una nueva manera de ver el mar, los ríos y la selva.
Que nos hagan el favor los salvadores, los héroes y los caudillos de salvarnos de ellos mismos.
Revolución puta
Revolución negra
Revolución marica
Revolución feminista
Revolución indianista
Revolución animal
Revolución anti nacional
Revolución del mar, del rio, de la montaña y de la selva
Revolución sin fronteras
Revolución que no amenaza con armas, sino con esperanzas
Revolución que se protege con coherencia y no con discursos grandilocuentes
Revolución que suma revoluciones
Revolución que no se agota
Revolución de la que no se apropia un héroe
revolución infinita que termina cuando vuelve a empezar.
Son las revoluciones en plural que venimos confabulando
todos y todes quienes quedamos fuera de su vanguardia y de sus ejércitos.
No se lo que pasa en Cuba pero sospecho que el señor cuyo nombre ni me acuerdo a quien los Castro le dejaron al mando no sabe que responder, no sabe que decir, no sabe que proponer.
Tal parece que el libreto de tanto repetirse llego a su fin.
Tal parece que el estado cubano como lo es de otra manera el colombiano o el nicaragüense no pasa de ser una caja vacía sin respuestas
Reprimen la movilización, como otros lo hacen en Colombia o Venezuela tan solo para seguir sujetando unos cuantos privilegios de unos cuantos.