Desde el 2009, Mujeres Creando proclamó que no es un Ekeko el Dios de la Abundancia, sino una Ekeka, que va más allá de una simple feminización de la figura del Dios de la Abundancia que se celebra en las Alasitas de Los Andes.

Basta caminar por las calles de El Alto o La Paz, u otros lugares de Bolivia, para ver mujeres cargando en sus espaldas redondos mundos, en su afán de resolver afecto y felicidad cotidianas.

No estamos feminizando un lugar “masculino”, sino recuperando un lugar gestionado milenariamente por las mujeres, que ha sido masculinizado desde una visión patriarcal de la cultura. No es Ekeko, sino Ekeka.

Alrededor de esta acción política hacemos pasarelas vivientes de Ekekas año tras año.

La artista Danitza Luna plasmó hermosas ekekas de yeso que vendemos en la feria de Alasitas. Inolvidable la que declara al Ekeko un impostor o la que porta un trinche para pecar y un corazón entero para amar. Estas estatuillas, que se insertan en la cultura popular desde la cultura feminista, son hoy obras de arte al alcance de todo bolsillo. Las mujeres las acarician, ríen con ellas y las frotan para que les dé suerte todo el año y también nos las piden desde todos los rincones del mundo.

Este 2025, Danitza nos ofrece una nueva Ekeka.

Los bienes que porta son el agua dulce llena de peces, animales como el delfín de río, el oso perezoso, la paraba y otros, y su propio cuerpo está fundido con el cuerpo más hermoso y complejo del universo, como es el cuerpo de un árbol. Nos interpela colorida y repleta de alegría para recordarnos que la abundancia y el bienestar están en la naturaleza misma; nos recuerda que un río de agua dulce sin contaminar no tiene precio y que la riqueza es lo que no se puede pagar con dinero.

Esta Ekeka, que yo llamaría “anticapitalista”, es un homenaje en clave simbólica a los millones de animales calcinados en los incendios forestales provocados, a los delfines y peces de la Amazonia contaminados con el mercurio de la minería del oro. Esta Ekeka nos convoca a luchar organizadamente frente a la angurria capitalista que, año tras año, viene destruyendo los bosques, los ríos, todo. El 2024 se quemaron más de 14 millones de hectáreas de bosques en Bolivia.

Mujeres Creando presenta esta Ekeka como un gesto lleno de ternura y rebeldía para que entendamos que la riqueza no es el oro ni son los dólares que traen la ganadería, la soya y la coca, y que para crecer despojan a los pueblos indígenas de sus territorios. Eso no es riqueza, eso es pobreza.

Gracias por los colores y la vida que esta Ekeka transmite. Gracias por hacernos entender con y desde el arte cuál es la abundancia que da vida.