Toda violencia machista es violencia política

LA ACERA DE ENFRENTE

Por: MARÍA GALINDO

Integrante de Mujeres Creando

17 de Enero 2024

¿No es violencia política contra las mujeres la que vive una estudiante universitaria anónima cuando en la universidad enfrenta formas de acoso sexual que la quieren mover del lugar de mujer pensante al lugar de mujer objeto?, ¿No es violencia política contra las mujeres que haya aun docentes que entran el primer día de clases a decir que las mujeres en las universidades lo que están haciendo es ir a buscar marido?
¿No es violencia política contra las mujeres cuando contra las trabajadoras sexuales/ mujeres en situación de prostitución/putas la policía institucionalmente comete abusos de poder continuo bajo el supuesto de que ellas no tienen voz, ni derecho de reclamar?
¿No es violencia política contra las mujeres cuando una joven es violada en la pre militar dentro de un cuartel y los oficiales le mandan callar porque si acudió a una invitación al cuartel “se lo estaba buscando”?
¿No es violencia política contra las mujeres cuando a una mujer trans se le niega, como de hecho el sistema de representación política en Bolivia lo hace, se le niega figurar en la cuota como mujer para representar a su municipio, su región y que si quiere hacerlo debería figurar como “hombre”?
Y podría continuar con cientos de ejemplos hasta el cansancio.
¿Por qué entonces nos dicen que violencia política contra las mujeres es únicamente aquella que se comete contra mujeres que han sido electas dentro el sistema político formal como senadoras, alcaldesas, diputadas etc.?
Esto no es casual, es parte de las recetas coloniales de las oenegés y los organismos internacionales, recetas que empobrecen el análisis y nos idiotizan.
Paso a argumentar punto por punto con chuwis para que se entienda y nos curemos de la simplonería oenegera:
  1. Al decir que una forma de violencia es política y la otra es común se establecen dos categorías que funcionan jerárquicamente, una es más grave que la otra. Una recibe más atención que la otra. Una es declarada común y corriente y la otra es declarada política.
  2. Se despolitiza las violencias machistas contra las mujeres siendo que ambas formas tienen la misma matriz de poder. Es tan político el sopapo contra una joven para que no se vista de acuerdo a su libertad, como la amenaza contra una concejala para que renuncie al cargo. En ambas se está mandando el mismo mensaje contra libertades y soberanías que son complementarias.
  3. Se califica como político únicamente lo que tiene que ver con un sistema de representación que está en crisis, que de hecho no logra cumplir sus funciones de representación y que ha anclado a “la mujeres” como cuota biológica sin derecho a la discrepancia y el pensamiento pues son mera cuota. Están ahí y el sistema lo dice, por un hecho biológico y no ideológico. Esas mujeres que forman parte de la representación política no representan a las mujeres, sino al propio sistema patriarcal que juega con su presencia de acuerdo a su propia convenciencia. Un día las incluye pero calladas y moldeadas y al día siguiente las mata y las persigue.
  4. De hecho el sistema político de la democracia liberal pretende con esta distinción que aceptemos que la única forma de representación política de las mujeres es binaria y biológica e intrasistemica. La representación para ser tal tiene que ser parte del sistema de partidos o no existe. Por lo que toda mujer que forma parte de ese sistema es una representante de las mujeres por el solo hecho de estar ahí. De esta manera por ejemplo los fascismos y las derechas se han dotado de una cantidad de mujeres en sus filas de representación sin dificultad alguna para enunciar además ellas un discurso conservador y reaccionario para el conjunto de las mujeres. El caso de Giorgia Meloni o de la hermana de Milei son solo dos de ejemplos incontables.
  5. Si tocan a una tocan a todas es una consigna importante que nos permite identificar las violencias machistas como estructurales, generar formas colectivas de respuesta e interpelación al conjunto del sistema. Esa consigna viene a ser rota cuando se excluye de ese todas por clasismo, racismo o transfobia. Cuando ese todas no significa “indias”, o no significa “trabajadoras sexuales”, o no significa “lesbianas” o no significa trans. Es decir, cuando el concepto de todas, es todas menos las que no nos convienen.
La segmentación de las violencias machistas entre políticas y comunes también recorta ese TODAS que es el principio fundamental y transformador de la movilización.
  1. Las mujeres en la política formal se auto mitifican gracias a esa doble categorización de las violencias y consideran que las violencias machistas que sufren son más graves que las que sufren el “común” de las mujeres en sus trabajos, en sus casas y en sus lugares de estudio.
  2. Esa doble categorización ha llevado a muchas mujeres en la política formal a ocuparse egocéntricamente de las violencias que se perpetran contra ellas y a colocarse como si fueran la vanguardia, el cuerpo expuesto. Muchas veces las he escuchado decir si esto me hacen a mi ninguna mujer se va a animar a ocupar mi lugar, por lo tanto mi lugar es heroico. Esa auto heroización invisibiliza la cantidad magnifica de formas atrevidas que las mujeres de a pie comunes y corrientes estamos teniendo para interpelar al sistema patriarcal. Formas que son muy efectivas y tansformadoras. Estar sentada como alcaldesa de una ciudad no es de hecho transformador. Estar sentada como presidenta o vice presidenta de un país no es de hecho transformador depende mucho de lo que hagas y autoheroizarte por hacerlo siendo mujer es pobreza ideológica.
 
No proponemos minimizar ninguna de las formas de violencia machistas, es tan grave una como la otra, proponemos politizar todas las formas de violencias machistas porque todas son políticas en cuanto que en todos los casos se están cometiendo en base a un sistema de poder patriarcal.
Proponemos que no hayan dos leyes, sino solo una y que ambas formas de violencia entren bajo el mismo concepto de violencias políticas machistas. Toda violencia machista es violencia política.
Como no nos vamos a dedicar a modificar leyes, porque no tenemos tiempo de dialogar con un sistema ya declarado como parasitario como es el sistema de representación, justamente porque no representan a nadie.
No escribo esto para buscar una reforma legal, sino que escribo esto para buscar una nueva comprensión del problema, porque la forma como lo comprendamos es fundamental para nuestras luchas.
 
 
Es igualmente grave matar a una concejal por atreverse a ser
como matar a una trabajadora sexual por atreverse a serlo
 
Es igualmente grave insultar a una alcaldesa por atreverse a serlo
Que insultar a una joven por atreverse a vestirse como le da la gana.

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