Vivimos en una Estado Patriarcal que de despatriarcalización no entiende nada. Son muchísimos los angulos que nos permitirían demostrarlo. Uno de ellos son precisamente los servicios estatales de los cuales las madres son las principales usuarias.

En este caso el Subsidio Pre y post natal del cual son beneficiarias las madres del país en una relación discriminatoria, pues quienes tienen empleo ellas o sus parejas acceden a un subsidio equivalente a 2000 bs. pagados por la empresa. Quienes no tienen empleo acceden a un pequeñísimo subsidio muy inferior, siendo precisamente la masa de mujeres desempleadas o pertenecientes a la economía informal y las que más lo necesitan.

Este subsidio es el único aporte del Estado patriarcal a las madres en toda la larga crianza de las wawas. Es un aporte que demuestra un estado miserable, pero también que lo único que importa es “el producto” es decir la wawa mientras está en el cuerpo de la madre y mientras lacta. Así y todo es de gran importancia para una masa gigante de mujeres trabajadoras.

Tutelar a las madres y vigilarlas

No es que las madres pueden elegir los productos a consumir, no es que ellas pueden racionar en un mes poco a poco lo que necesitan, sino que deben retirar una vez al mes el paquete completo elegido por un grupo de burócratas que les impone un tipo de consumo.

Para retirar el subsidio deben trasladarse lejos de donde viven pues hay pocos puntos de distribución, como deben retirar de golpe todo para el mes deben necesariamente contratar los servicios de taxi suponiendo esto una gran incomodidad y un gasto extra.

Robar de la despensa de las madres

Hemos comparado los precios al menudeo con los supermercados EMAPA y lo peor es que en la mayor parte de productos hay sobreprecio, siendo que al por mayor debería ser más barato. Es inocultable que este sobreprecio es corrupción de la más despreciable porque es robarles a las mujeres y las wawas de sus despensas.

En una comparativa de precios de los quesos hay 7 bs. de sobreprecio, 3 bs en cada botellita de propoleo, entre 10 y 30 bs en cada bolsa de pañales comparando con los precios de productos chilenos que son de mejor calidad.

Listas ilegibles y mal servicio

A las receptoras del subsidio se les entrega la lista de precios y productos pero en un tamaño de letra y una calidad de impresión que se hace ilegible e imposible de verificar. El trato es discriminatorio y es por eso que para esta denuncia las madres acudieron a Radio Deseo y se agruparon para poder hacer frente colectivamente a su derecho a la denuncia. Pudimos comprobar el clasismo y racismo en el trato recibido, mostrando la mentalidad de las funcionarias. Creen que es un beneficio extraordinario que las mujeres deben recibir bajando la cabeza y besándoles los pies.

La mentalidad es que las mujeres en un estado patriarcal no tenemos derecho a nada y que por lo tanto lo que recibimos lo debemos agradecer calladas.

Industria alimentaria nacional

Estamos claras en que una de las políticas más importantes del país es fomentar el consumo de la industria boliviana. Ahí no hay discusión, es por eso que los precios comparativos con los que hemos elaborado esta denuncia son los precios de los supermercados EMAPA.

Proponemos y exigimos:

Billetera móvil para los productos secos:

Cobro o retiro del subsidio de lactancia pre y post natal a ser efectivizado en todos los supermercados EMAPA tal cual se hace con el aguinaldo.

Esto supone que cada mujer madre tendrá el derecho básico de escoger lo que necesita, de tener varios productos bolivianos a elección y que además ella misma podrá racionar su consumo. Ser atendida sin colas ni burocracia y sin lugar a maltrato.

Se acabaría la discrepancia sobre las fechas de vencimiento del producto y estoy segura de que eliminaríamos de antemano la venta del subsidio porque las madres podrían priorizar su consumo con criterio propio.

Para los productos frescos los mejor sería el dinero en efectivo de manera que puedan ellas mismas decidir dónde comprar y hacerlo allí donde habitan sin tener que asumir gastos extras de transporte eliminando contratos que no son transparentes con los centros de venta, eliminando discriminación racismo o cualquier forma de maltrato y además dejando también en este campo que las madres puedan tomar esa elemental decisión de que consumir y cuando hacerlo y si tienen un cumpleaños poder comprar pollo disponiendo de su subsidio tranquilamente.

Igualdad de subsidio para madres trabajadoras como para madres desempleadas, no es que cuando no tienes trabajo tu wawa lacta menos o tu cuerpo requiere menos alimentación.

Auditoria de todos los contratos a nivel nacional de entrega de productos frescos y verificación de precios. Hemos visto que en la fruta y la carne hay un sobreprecio exorbitante denunciado por las propias madres.

Convocamos a las madres a estar alertas: hemos hecho llegar todas estas propuestas al Ministerio de Desarrollo Productivo y al Viceministerio de defensa del consumidor.

Movilicémonos si es necesario y hagamos sentir nuestra voz.

El subsidio no es un obsequio, es un derecho que lo pagamos los y las bolivianas.