«Diputada Mireya Montaño, estamos indignadas con usted, con su partido, con su gobierno, por negligentes, por insensibles, por incumplir con los más minuscúlos reductos de responsabilidad.» [Leer en Página Siete]
Hace un año la Comisión de Justicia, Policía y Constitución de la Cámara de Diputados anunció con bombos y platillos la auditoría jurídica de tres casos emblemáticos: el feminicidio de Isabel Pillco, la violación de una menor por parte del Director de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de Warnes y la retardación de justicia de un tercer caso.
Se anunció la tal auditoría en conferencia de prensa, en el contexto de la inmediata realización de las elecciones judiciales.
La iniciativa no partió del Parlamento, que duerme una larga siesta, pues se activa únicamente, y de la manera más descarada, para lo que al Gobierno le resulta políticamente útil, y no para lo que a la sociedad le duele, como es el caso del feminicidio.
En todo caso, logramos, gracias a las gestiones y sensibilidad del diputado Manuel Canelas, la realización de esta auditoría. La iniciativa fue nuestra como movimiento y aportamos con toda la información necesaria. La comisión subcontrató abogadas para que realizaran el trabajo. Esperamos los resultados día tras día, en una dolorosísima espera, que ya ronda los 365 días.
El feminicida de Isabel está libre, aunque ella, aún en vida, había declarado en el hospital que fue golpeada por su asesino. En aquel momento, el diputado Canelas declaró ante la prensa. “Este será un caso emblemático”, anunció a ANF, porque –en su opinión– desde que se instauró el proceso, se enfrentó una serie de dificultades que “hacen suponer errores procesales y plantean dudas respecto a las actuaciones de jueces y fiscales”.
Canelas pasó al Ejecutivo y dejó la auditoría lista en las manos de la diputada, entendemos que los resultados son de importancia fundamental para cuestionar la impunidad que se está sentando en el caso de Isabel Pillco.
Desde el mes de enero, que tuvimos una primera reunión con la diputada, esperamos que se dé tiempito para entregar esos resultados. Se trata de la Presidenta de la Comisión de Justicia, Policía y Constitución, de una diputada alteña, como Isabel Pillco, madre como Isabel Pillco, Mireya Montaño.
Ella parece ser que no quiere entregar los resultados, porque seguramente tiene otras cosas más importantes que hacer, quizás porque la iniciativa es de Mujeres Creando, quizás porque una diputada sirve sólo como llunku.
Le hemos pedido que si no quiere entregarnos los resultados a nosotras, se los entregue a la madre de Isabel, que actualmente está criando a la niña que quedó huerfana, pero no hay modo de mover su sensibilidad y hacer que haga su trabajo, un trabajo por el que le pagamos nosotros.
Le hemos pedido que si no quiere hacerlo, le entregue los resultados de la auditoría a otra diputada de su comisión, pero que podamos tener esos resultados, porque la fiscalización, que es una de las funciones constitucionales del Parlamento, le da un soporte importante a esos resultados.
En su momento nos pidió que filmemos un video sobre el caso, donde la madre, nuevamente y por millonésima vez, relate el dolor de la injusticia que ha sufrido, y lo hemos hecho, sin costo alguno para que no digan que estamos en ésto por cobrar dinero. El hermano de Isabel no estaba de acuerdo con volver a hacer contar a su madre una historia tan dolorosa, le explicamos que era necesario para que su majestad, la diputada alteña, que para nada sirve, no tenga pretexto alguno. Ahí está el video esperando.
Nuestra paciencia se ha acabado, nuestra indignación aumenta cada día, minuto a minuto, segundo a segundo.
El problema, sin duda, no es la mala voluntad de una diputada, el problema es estructural. El Movimiento al Socialismo hace rato le ha dado la espalda al pueblo, ninguno siente compromiso ni con la más inofensiva de sus tareas. Se dedican a ser llunkus 24 horas al día. Tienen miedo de tomar una iniciativa, ser etiquetados como disidentes; se vigilan unos a otros, unas a otras y se serruchan el piso entre ellos y ellas. Una diputada no sirve para nada, no representa a nadie, no tiene vínculo alguno con sus responsabilidades y ni siquiera cumplen con su trabajo. No hay ese tercer poder del Estado, todo está estrangulado por el control del caudillo y su pequeña cúpula de poder.
Diputada Mireya Montaño, estamos indignadas con usted, con su partido, con su gobierno, por negligentes, por insensibles, por incumplir con los más minuscúlos reductos de responsabilidad.